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Clase: "Las víctimas, las mártires y otras pobrecitas" (23 abril 18:30H España).
LaTE-EnsoñArte (Es hoy martes 23 de abril 18:30H de España). Clase: "Las víctimas, las mártires y otras pobrecitas". Lectura recomendada: "La otra versión del padre: perversiones". En esta ocasión vamos a hablar del concepto teórico de la pulsión para vincularlo a las perversiones donde priman las manipulaciones. El tema de personas que se hacen las víctimas para manipular o chantajear es un asunto delicado. El chantaje emocional es una forma de manipulación que involucra el uso de la culpa, la vergüenza, el miedo o la obligación para presionar a alguien a hacer algo en contra de su deseo. Estamos, sin lugar a dudas en el campo de la perversión. Nos apoyaremos en el libro "La Venus de las pieles" de Sacher-Masoch (1870) para poder introducir los tres tiempos, de lo que él llamó: el masoquismo moral".
1) Humillación.
2) Dominio.
3) Esclavitud.
Sacher propone un amor que apunta a la disolución del sujeto para ofrecerse y entregarse al gran Otro, que es el Amo. Esta es una forma última de amar que entraña una esclavitud voluntaria. Este tipo de crueldad es una forma de reconocimiento amoroso. En "Historia de amor y sangre" Sacher-Masoch escribe: "El amor es un misterio cruel y la mujer un misterio difícil". Tengamos en cuenta que a Sacher-Masoch lo condecoraron y respetaron, en cambio al Marqués de Sade lo persiguieron y lo encarcelaron. ¿Qué es lo insoportable en Sade? Que escribe la pasión cruda. No esconde el horror, nunca habla de lazo amoroso (Sacher-Masoch sí lo hace). Por esa razón, Sade confronta al lector a su criminalidad, y eso, para muchos, es insoportable.
En "Pegan a un niño" (1919) Freud nos habla de tres tiempos de la fustigación:
1) Agente de la violencia.
2) Sujeto observador.
3) Sujeto golpeado.
Lacan dice que estos tres tiempos están dirigidos a un Gran Otro que tiene función de tercero. Recordando las enseñanzas freudianas y lacanianas, vamos a comentar sobre el sadismo y el masoquismo. Tanto sadismo como masoquismo buscan despertar la angustia del Otro, pero de diferentes maneras: el masoquista busca el goce del Otro porque le interesa despertar la angustia del Otro, al quedar él mismo reducido a nada, como mero objeto de desecho. La anulación del sujeto que se hace puro objeto para asegurar el máximo goce del Otro. El sádico por su parte, busca despertar la angustia del Otro porque quiere imponerse como objeto fetiche. Nos vemos en unas horas. Dra. Cristina Jarque.
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